Zura

Todos los años, en el solsticio de verano, todos los adultos de Zura llevan a sus adolescentes a un viaje de iniciación en su antigua herencia de guardianes del equilibrio. Este viaje es arduo y dura muchos días. Su destino es el oasis místico llamado Tzerzura, en el corazón del desierto que se encuentra más allá de las montañas. De vuelta a casa, los ancianos de la aldea, demasiado recelosos de viajar, vigilan a los niños. Una noche, sin embargo, los ancianos se dan cuenta de que las estrellas han dejado de brillar; sin las estrellas en el firmamento, sus hijos e hijas no pueden esperar encontrar el camino de vuelta a través del desierto. Así que los ancianos cuentan a sus nietos la leyenda de los tzerzurianos.

Todos los años, en el solsticio de verano, todos los adultos de Zura llevan a sus adolescentes a un viaje de iniciación en su antigua herencia de guardianes del equilibrio. Este viaje es arduo y dura muchos días. Su destino es el oasis místico llamado Tzerzura, en el corazón del desierto que se encuentra más allá de las montañas. De vuelta a casa, los ancianos de la aldea, demasiado recelosos de viajar, vigilan a los niños. Una noche, sin embargo, los ancianos se dan cuenta de que las estrellas han dejado de brillar; sin las estrellas en el firmamento, sus hijos e hijas no pueden esperar encontrar el camino de vuelta a través del desierto. Así que los ancianos cuentan a sus nietos la leyenda de los tzerzurianos. Ahora deben pedir a los niños pequeños que se embarquen en un viaje para encontrar a estos legendarios tzerzurianos.

En Zura, los jugadores son los niños que se aventuran en los confines de la tierra para encontrar a los tzerzurianos, que harán brillar las estrellas una vez más para que sus padres encuentren el camino de vuelta del desierto. Para ello, los jugadores intentarán jugar tantas cartas de viaje del mismo tipo como puedan. Cuantas más cartas jueguen, más posibilidades tendrán de encontrar a los tzerzurianos. En su viaje podrían encontrar a otros seres que no están buscando pero que, por casualidad, ¡quedaron atrapados en medio de ese desorden místico!