Lone Wolves

Lobos Solitarios es un juego de duelos para dos jugadores con elementos de baza y mayoría de área que se juega a lo largo de trece rondas (bazas). Los jugadores empiezan con trece cartas, y cada baza consiste en jugar una sola carta de lobo, de las cuales hay cinco palos, cada uno con cartas del 2 al 7 (treinta cartas). Las cartas, sin embargo, se juegan en uno de los cinco territorios a elegir, cada uno de los cuales otorga puntos al jugador que lo controle al final de la partida. El valor de la carta representa la fuerza enviada a ese territorio. La carta ganadora de una baza permanece boca arriba, mientras que el lobo del otro jugador se gira a su lado de lobo solitario (con una fuerza de 1).

Lobos Solitarios es un juego de duelos para dos jugadores con elementos de baza y mayoría de área que se juega a lo largo de trece rondas (bazas). Los jugadores empiezan con trece cartas, y cada baza consiste en jugar una sola carta de lobo, de las cuales hay cinco palos, cada uno con cartas del 2 al 7 (treinta cartas). Las cartas, sin embargo, se juegan en uno de los cinco territorios a elegir, cada uno de los cuales otorga puntos al jugador que lo controle al final de la partida. El valor de la carta representa la fuerza enviada a ese territorio. La carta ganadora de una baza permanece boca arriba, mientras que el lobo del otro jugador se gira a su lado de lobo solitario (con una fuerza de 1). El propietario de la carta perdedora gana una ficha de cicatriz para colocarla en un territorio, y las fichas de cicatriz tienen efectos como otorgar puntos por cartas específicas jugadas en territorios, alterar los valores de fuerza o afectar a los puntos otorgados en territorios.

Sin embargo, a diferencia de la mayoría de los juegos de bazas, el palo de triunfo en Lone Wolves es dinámico y cambia a medida que avanza la partida. Una vez que se han obtenido todas las fichas de cicatriz de un territorio, el palo correspondiente se convierte en triunfo; una vez que ocurre por segunda vez, el palo de triunfo vuelve a cambiar. El tira y afloja de saber cuándo tomar o perder la baza significa que no hay manos débiles, ¡sólo líderes débiles!